No sólo se viaja como ganado, sino que la mugre reina en todas partes. Los túneles donde deberían circular los pasajeros se llenan de agua podrida. Y ya que estamos, tiramos la basura del país.

Hay que ser macho para recorrerlos, en la penumbra mal oliente, esquivando defecaciones,
para no accidentarte por el bochorno de una patinada en mierda.(léase cagada).
Como de costumbre, los recorrés mas de una vez en el día, ya que muchas veces te tienen de un anden al otro, porque quien sabe, por donde viene el tren , si viene, si llega y si sale...
Por lo tanto en tiempo récord, como los corredores, haciendo impulso ¡A correr se ha dicho! No tengas la mala suerte de quedarte sin aliento, porque si tenés que llenar los pulmones de oxigeno, a la primer inspirada, caes redondo por los vapores tóxicos que entraron en tus valientes pulmones.
Y allí está, la escalera empinada, con cortos escalones, cosa que si pusiste mal el pie, caés, como bolsa de papa hasta el final, o lo peor, te llevás a unos cuantos encima.
Ese pasamanos... Si tenés suerte te toca firme, además de llevarte en tu mano algo pegado que no te lo sacás en todo el viaje.
Llegás al andén, pensando acá tendré mas aire, llegan las locomotoras, ultimo modelo, haciendo fuerza, como si fuera el ultimo viaje.
¡Y agarrate hermano! Para tragarte el humo blanco que denota que el motor esta gastado o lo peor fundido, o negro porque los inyectores están sobre alimentados, porque tiene más gasoil que aire (porque está mal regulado).

Si tenés suerte cuando esperas el bendito tren, encontrás entre miles de personas abarrotadas
el banco, con milagro de la física podés lograr un equilibrio entre la tabla del mismo y tus posaderas, rezando que no se te clave ese tornillo saliente y el caño oxidado que supuestamente
está para sostener las maderas.
Después de horas de espera llega el tren tan esperado.Lleno hasta la manija, porque viene atrasado,
relojeando en que puerta tirás la suerte de entrar de algún modo, aunque sea milagrosamente pisás un pasillo. Pero que no te encuentres con
esa puerta que hace años está trabada.
Para subir, como un jugador de rugby en un scrum, a empujar con vida, para poder acomodarte, en el espacio no existente.
Entre la mugre que reina, los precarios vagones, con asientos duros, fijos, si los hay, ventanas que poco se abren, otras abiertas , sin vidrios, con pisos de corral.
La luz si te toca, apretujado entre gente como vos, cansada, con mal humor. Falta una gota en el vaso para que se levante una revolución.
Así vas recorriendo tu camino,
en las vías que deberían ser paralelas, onduladas, de tal forma que tu estómago baja y sube en un constante ritmo de náusea, no falta el pobre infeliz que no comió bien y
te ligas una vomitada que al otro día o a la semana, si te toca el mismo vagón, la veras ahí, sí petrificada!
Así se viaja en los trenes privados, que nosotros pagamos con el boleto, con nuestros impuestos, y con el déficit del país mal logrado.
¿Por qué los argentinos no tenemos trenes como en otros continentes?¿Perdón, por que los del Roca no tienen trenes como los que van a Tigre?¿Acaso somos pasajeros de clase idiota?Nosotros también votamos.Sépanlo.Gladys Pitrau - Pasajera del Roca