Hacía bastante que no teníamos un Gran Quilombo Gran en el Roca. Las demoras y cancelaciones en horas pico, sabemos, ya las estamos aprendiendo a naturalizar. Pero lo de hoy fue terrible. Y, otra vez, como siempre, las versiones sobre lo que pasó son múltiples.
Llegué a Constitución a las 19 hs para volver a casa. Mal presagio: muchísima gente en las calles hablando por celular y mirando ansiosa el horizonte.
Entré al hall y me encontré con lo más temido por cualquier usuario: estaba rebosante de gente y en el panel no había ningún tren anunciado.
Intenté acercarme al mostrador de informaciones (¿Vieron que lo vidriaron todo? ¿por qué tendrán miedo, me pregunto?) pero fue imposible ya que estaba desbordado de pasajeros indignados bregando por una explicación.
Entonces traté de encontrar a un "chancho" en el ingreso a los andenes...
Cri cri cri cri...
No había uno solo en su puesto de trabajo ¿No estaban preocupados por que alguien intentara colarse? ¿O será que hoy ellos tenían miedo de nosotros?
Decidida, encaré para la oficina donde se juntan los guardas, maquinistas y demás trabajadores. Gran sorpresa me llevé al ver un cordón policial frente a la puerta. Le pedí permiso a un oficial, pensando que se iba a negar a dejarme pasar. Pero muy caballerosamente me abrió la puerta y me cedió el paso.
Allí me puse a charlar con un guarda, que me contó que cerca de las 17.20 "
se incendiaron las cabinas de señales de Avellaneda y de Km 1" y que por eso estaban suspendidos todos los trenes. No había sistema de señalización. A medida que seguía preguntando, el hombre más se ponía la camiseta de la empresa, así que preferí irme antes de que eso se convirtiera en una infructuosa discusión. Al salir, el empleado me avisó que en 10 minutos saldría un servicio especial a Ezeiza.
A ese tren me subí. No salió a las 19.15 como anunciaban, sino pasadas las 19.30. Luego de un lentísimo viaje llegué a Temperley y me tomé un bondi hasta Adrogué, a donde llegué cerca de las 21 hs...
Durante el viaje pensé en la versión que me había dado el guarda. ¿No era raro un incendio en dos lugares distintos al mismo tiempo y en hora pico?
Pero aquí no termina todo. Cuando llegué a casa vi en la tele que estaban dando la noticia del "caos en la línea Roca". La versión que daba Canal 13 era que
se habían robado (impersonal, como siempre)
una gran cantidad de cables de cobre... Bastante inverosímil, por cierto, que alguien intente robarse algo así a las cinco de la tarde, a plena luz del día... ¿No?
Y las mejores historias las encontré en los diarios:
* En
Clarín sólo anuncian que hubo una "
falla en el sistema de señalización". Lo mejor es la explicación que da el vocero de Metropolitano, Fernando Jantus: lo que pasó fue una "
sobrecarga en la alimentación aérea del sistema de finalización" (¡¿GUAT?! Me repite, por favor!).
*
La Nación sostiene que la causa del desastre fue que "
una sobrecarga colapsó el sistema de señalización automática". Sólo hablan de "
una falla". Para enterarse de qué tipo, por qué o con qué motivo, habrá que investigar por nuestra cuenta...
* Gracias a
Infobae (yo sabía que alguna vez le iba a terminar agradeciendo algo...) nos enteramos que hubo "
un inconveniente de la señalización". Y nos acerca las palabras del bocón de Metropolitano quien, muy suelto de cuerpo, recomienda a los usuarios "
elegir otro medio de transporte" (¿Por qué no viene él y nos ubica en algún otro lado?).
En fin, muchas versiones pero, sea por lo que sea, hoy volvimos a viajar como animalitos. Y también nos tuvimos que bancar las faltas de respeto de los empleados, la desinformación, la incertidumbre en los andenes y el peligro que significa tanta gente junta sin que diera la cara un solo empleado de la empresa.
PD:
Una perlita:
Aproveché mi charla con el guarda para preguntarle cómo es eso de que hay atrasos cuando hace frío (que es lo que Alejandro de Haedo escuchó en la radio, según nos había comentado en el post del
5/9/06) y el tipo me contestó que cuando hace frío o llovizna o hay humedad...
¡¡los trenes patinan!! Y por eso deben andarmás despacio...
Después de esto, creo que no me sorprenderé ante ninguna próxima excusa que nos de Metropolitano.