Aníbal Romero, que también nos acompañó numerosas veces en nuestras actividades, junto a otros padres y familiares de jóvenes muertos en “accidentes” –que no son tal sino son consecuencia de la desidia de las empresas ferroviarias y de la falta de control de los organismos correspondientes- prepararon un video que resulta un sentido homenaje a éstos pero además reflejan la lucha que estas familias vienen realizando desde hace años.
No solo piden justicia para sus familiares muertos por la negligencia y la desidia de las concesionarias del ferrocarril (y de los organismos de control) que llevaron a la situación en la que actualmente éste se encuentra (dónde Transporte Metropolitano Roca –TMR- del empresario Sergio Tasselli fue uno de los mayores responsables) sino también reclaman mejoras y mayores inversiones para lograr tener trenes seguros. Lo que todo pasajero merece. Y, al igual que nuestra agrupación, ellos vienen realizando una concientización entre los usuarios de que debemos reclamar por nuestros derechos,y para que no sigan ocurriendo más muertes.
Dario Ezequiel Romero, 15 años (hijo de Aníbal); Lucas Corbalan, 22 años; Emmael Villalva, 16 años; Brenda Alvarez, 15 años; Angel Rosas, 29 años; Fernado Mercado, 15 años; Patricia Ramírez, 15 años; Romina González, 17 años; Guillermo Cardozo, Micaela Rios, son algunos de los nombres de los chicos muertos por el tren, en diferentes circunstancias.
Nuestro sincero reconocimiento a estos padres, a estas familias, por su gran voluntad de generar el cambio y su
constante lucha para lograrlo.
Queremos destacar, también, que estuvo presente apoyando la actividad, la agrupación de usuarios del Ferrocarril Sarmiento,
FUDESA (Frente de Usuarios Desesperados del Sarmiento). Es importante la unión de las distintas organizaciones, para potenciar nuestro reclamo. Y el
Galpón Cultural (de Claypole) que también colaboró en la organización.
Carta de una integrante de Recuperemos el Tren.
La siguente carta fué leída el día mártes, por su autora, Irene Martínez:
“Estamos hoy acá acompañando a padres y familiares que ya no tienen a sus seres queridos con ellos. Chicos, en su mayoría, que tenían toda una vida por delante. Chicos, que no tomaron la decisión de quitarse la vida, todo lo contrario. Hablamos de personas muy jóvenes que recién comenzaban a vivir.
Estos familiares, padres, madres a pesar de su dolor decidieron recordar a sus seres más queridos de la manera que quizás más de uno de nosotros ni siquiera podría imaginarse en hacerlo.
Ellos deciden recordarlos pensando en cada uno de nosotros, personas que ellos no conocen pero que no quieren que pasen por lo que ellos han pasado. No quieren que cada uno de nosotros, que tenemos quien nos espera al llegar a nuestras casas, se quede esperando como se quedaron ellos…esperando un día que volvieran sus hijos.
Quieren que nosotros que viajamos día a día en este mismo tren -que les arrebato a sus seres queridos- los ayudemos, que pidamos junto a ellos seguridad, que quienes deben ocuparse de brindar esa seguridad realmente trabajen para brindarnos un viaje seguro.
Quieren también que los acompañemos y nos solidaricemos con ellos porque sus hijos tienen nombre y apellido; no los veamos como un número más en una estadística de accidentes.
Eran personas: hijos, hermanos, sobrinos, nietos, esposos, novios, amigos de alguien y ya no están. Ellos no pueden reclamar, no pueden pedir. Nosotros si, aun podemos; y es más tenemos que hacerlo, por ellos, por sus familiares, por nosotros mismos. Nosotros somos los únicos que podemos cambiar la manera en que nos quieren hacer viajar.
Para que no haya mas padres esperando, con temor, de que sus hijos no lleguen intactos, sanos, vivos… como los vieron salir de sus casas.
Justicia por y para todos. Por ellos y por nosotros”.
Para mayor información se puede acceder a las siguientes fuentes:
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